martes, 17 de marzo de 2020

Coronavirus: ¿Cómo gestionar el miedo o el pánico?

La presencia de un virus nos obliga a cambiar. La enfermedad aparece cuando nos resistimos a ese cambio.



El surgimiento de un virus es como un punto de inflexión entre soltar las ideas arcaicas y dar paso a otras nuevas maneras, modelos o estructuras.

Esta es la primera reflexión para que entremos en materia y empieces a ampliar tu consciencia sobre la situación que estamos atravesando.


¿Por qué un virus puede entrar en tu cuerpo?


En general, un virus es un parásito que se hospeda en una célula y expresa una serie de genes con el objetivo de tomar el control de su metabolismo, haciendo penetrar en ella su carga genética para duplicarse.

Para que esto suceda, la célula ha de estar receptiva para recibir el virus, entonces ¿qué hace a las células receptivas, sabiendo que, nosotros somos células? Veamos:

El Dr. Bruce Lipton el 95% dice que las personas enferman por causa del estrés. El estrés es un activador de los procesos químicos en el cuerpo, los cuales seleccionan genes que no son buenos para la salud.

Como podrás darte cuenta, el pánico es causante de un gran estrés y un dulce para que un virus, como el Coronavirus, penetre en las membranas de tus células. Sin tu participación (consciente o inconsciente) es inviable que el virus ingrese. Así que ¿cómo participas para que esto suceda?


Puede ser más fatal el pánico de la gente que el Coronavirus


El pánico puede acercarnos a vivir en la realidad aquellas escenas de las películas apocalípticas donde veíamos a la gente desesperada desabasteciendo los supermercados y correr sin saber a dónde. Basta con ver las imágenes que se difunden desde algunos de los países más afectados por el COVID-19.

Qué hacer cuando sientes pánico


En primera medida, leer artículos como este. Pienso que, tratar de evitar el pánico es la obligación de aquellos que nos dedicamos, de alguna manera, a ayudar en el bienestar de las personas.

Mi propósito, con este escrito, es proporcionarte recursos desde el contexto emocional -mi tema profesional- para que contribuyas al orden social y, ayudarte en caso de que sufras síntomas del virus. Asimismo, aportar para que esta experiencia te amplíe tu conciencia y eleve tu evolución.

Cuál es tu implicación


Social y colectiva. Que sepas que estás implicado/a Sí. El hecho que existas en este momento y, de algún modo, te afecte afectado/a es porque tienes un grado de responsabilidad y participación. El asunto está en ¿cómo quieres participar? ¿agravando o mejorando?

La segunda implicación es personal. Sea, porque a alguien cercano le invada el virus o a ti mismo/a.

Cómo ayudo a mejorar la situación colectiva


Reflexiona sobre lo siguiente: ¿Estás dejando que el pánico, la desinformación o la manipulación te arrastre sin ninguna valoración? La histeria colectiva es el estado idóneo de una comunidad para provocar caos y desgracia.

Las caras del miedo


El miedo es una emoción adaptativa y surge de modo involuntario, es un recurso de nuestro inconsciente para protegernos de peligros y garantizar nuestra supervivencia, tiene dos caras: La prudencia es la primera. La podríamos llamar como beneficiosa. La segunda cara es el pánico, la peor y más perjudicial.

La primera nos permite acatar las advertencias de peligro, sopesar la realidad con lo que sentimos, encontrar sensatez y moderación. Por tanto, actuar en coherencia. La segunda cara nos provoca angustia y desesperación. Los pensamientos catastróficos y apocalípticos terminan poseyéndonos; los cuales, en la mayoría de las veces, son meras suposiciones.

Dentro de nuestro cuerpo, los neurotransmisores (sustancias químicas), que produce el pánico, son los que nos obligan a “correr”, comprar, hablar, pelear (acciones incontroladas), sin sentido. El egoísmo es la característica principal, la consigna es: salvarme YO.

Qué evitar


Dejarnos manipular por los mercaderes de miedo, de aquellos oportunistas de turno -que no faltan- que se enriquecen o benefician a costas de aquellos amedrentados y desesperados.  Por ejemplo, puedes evitar comprar productos milagrosos. Analiza primero.

La desinformación. Cada día brotan datos que nos incitan a más angustia o a actuar de modo irresponsable o temerario. Evita difundir tragedias con morbo o información que minimice sin contrastar o que ridiculice la situación (burla del dolor ajeno o de las medidas), entre otras.


¿Cómo gestionar el miedo para que no llegues al pánico?



  • Reconocer el miedo. Es natural que sintamos miedo ante la realidad, existe una pandemia y la posibilidad de contagiarnos, es biológico. Sin embargo, mucha gente no quiere admitirlo, sienten vergüenza y lo niegan, esto es inapropiado. En consecuencia, surgen comportamientos explosivos e irresponsables, por ejemplo, banalizar el riesgo y desacatar las medidas oficiales y médicas.
  • Observa si estás en el victimismo. Tanto la evasión (no admitir) como el victimismo corresponde a extremos que nublan el buen juicio. Cuando caemos en este bloqueo es muy complicado gestionar el miedo, pues los pensamientos de infortunio, desgracia y calamidad toman el control de nuestras emociones y conductas.
  • Luego, empieza con identificar esos pensamientos y confrontarlos con lo que estás viviendo. Contacta con las sensaciones donde hayas superado enfermedades o episodios complejos de tu vida, observa las fortalezas que te llevaron a salir de las experiencias e incorpora esas sensaciones al momento actual. Date cuenta de que, tal como sobrepasaste tal situación puedes superar esta.
  • Indaga si existen experiencias pasadas propias o de algún ancestro tuyo que relaciones con los hechos que estamos viviendo. Por ejemplo, ¿algún abuelo o familiar murió de un virus? ¿o vivió en la época que hubo alguna pandemia similar a la actual? Durante tu embarazo ¿tu madre sufrió un acontecimiento similar? El hecho que, tu o algún ancestro tuyo- como lo explica el estudio transgeneracional-, haya vivido un episodio traumático en este sentido puede desencadenar el pánico o la angustia que sufres ahora.
  • Asimismo, identifica si de pequeño te desenvolviste en un ambiente muy tóxico, rígido, derrotista o de enfermedad y que asocies con los sucesos que hoy atravesamos. Reflexiona sobre esto. Tomar consciencia de tu historia es una gran ayuda para poner el miedo en el contexto que es.
  • Infórmate de manera responsable. La palabra Coronavirus es más viral que el virus. Debes contrastar la procedencia de lo que lees o ves y no comuniques a tu familia y amigos, si tienes dudas. Las noticias basura están a la orden del día y lo único que buscan es pescar en río revuelto y despertar el pánico.
  • Asimismo, debes evitar la saturación de información. Cuando permaneces interactuando con el tema no haces ningún favor a tu miedo. El lenguaje de la mente inconsciente es simbólico; las imágenes y las sensaciones que sientes te van conectando innecesariamente con el miedo. Estás incorporando información simbólica (enfermedad, virus, mortalidad, estadísticas de muerte, acciones de pánico, etc.), sin filtro.
  • En caso de aislamiento, trata de estar en contacto con tus seres queridos y exprésales cómo te sientes y que ellos hagan lo mismo. El confinamiento puede generarte, en especial si vives solo/a, sentimientos de soledad y abandono. En cuyo caso, escribe o habla contigo mismo/a para liberar esas sensaciones, pero ¡ojo!, no te quedes atrapado/a en tus manifestaciones.
  • Realiza actividades que te transmitan paz, como: leer, escuchar música, ver una película -que nos sea de una pandemia o epidemia, por supuesto-. Es un periodo en el que puedes aprovechar para aprender ese idioma que por falta de tiempo está pendiente o aquel curso que desear hacer (ya hay muchos online).
  • Asimismo, es una oportunidad para compartir con tus seres queridos o quien convives; buscando actividades lúdicas, tal vez, es tiempo de desempolvar la baraja o el juego de dominó o aburrirnos ( es un estado grandioso). En fin, divertirse juntos. Trata de aprender de esta experiencia buscando sacar réditos. Un momento para aburrirte y conectar contigo mismo/a.


Prepárate emocionalmente en caso de que te invada el virus


Qué es un virus


Necesitas saber que es un virus para poder seleccionar la información recibida y conocer qué es lo que estás enfrentando -ya te he adelantado algo al comienzo-.

Existen tanto virus beneficiosos como nocivos. Los primeros ayudan a mantener el ecosistema y poseen nutrientes que enriquecen la tierra y el agua. La mayoría de ellos son portadores de enormes transformaciones en la evolución de nuestro mundo. No son tan “malos” como se piensa ¿verdad?

Retomando lo que dijimos al inicio, para que el virus (huésped) se aloje en la célula, el ambiente debe ser favorable. Una analogía es lo que acontece con alguien que quiera venir a nuestra casa, lo hospedamos si tenemos las condiciones. Por ejemplo, necesitamos poseer una cama, tal vez comida y estar aliviado/a. Pues de modo similar ocurre con el virus (huésped); se aloja cuando las condiciones de la célula son las apropiadas ¿Y qué la hace receptiva?

Según Lipton, las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario y por eso los parásitos nocivos pueden atacar con más facilidad, es una de las condiciones. Otra es la información inconsciente (los conflictos emocionales) y el entorno en el que estamos viviendo.

Recuerda que la célula tiene la misma información nuestra: sensaciones, dolores (heridas emocionales) e incluso el comportamiento. Por eso, quizás, hayas escuchado decir que cuando una persona es obesa sus células también, y viceversa.

Ahora, la información inconsciente (programas y creencias), principalmente, es la que nos permite percibir e interpretar el ambiente que nos rodea. Así que, no considero arriesgado afirmar que son nuestras emociones las que mayormente influyen en el modo en el que nos relacionemos con nuestro entorno y, por interpolación, de manera idéntica acontece con nuestras células.

Dicho esto, ya puedes entender que los conflictos emocionales participan en la predisposición a adquirir un virus como este Coronavirus. El grado de aportación depende de cada individuo.

El virus COVID-19 pertenece al grupo de los Coronavirus , significa que existen otros Coronavirus. Claro que, acerca de este virus, es escasa la información que poseemos, incluido el aspecto emocional. Aunque, pese a eso, por mi experiencia profesional, los conflictos biológicos son un punto de partida, ya que cada persona es un mundo particular:  una misma situación puede representar un conflicto para alguien, mientras que para otra no.

No obstante, tomar consciencia de los conflictos emocionales pueden significar la curación, dependiendo de cada persona, por supuesto. Ahora vamos a ello:


En conflicto general


En vista que un virus se hospeda en la célula para modificar la memoria celular - lo cual parece ser su propósito evolutivo-, entonces, significa que ellos vienen a dar, cambiar o renovar una información. El problema nace cuando nos resistimos. El surgimiento de un virus es como un punto de inflexión entre soltar las ideas arcaicas y dar paso a otras nuevas maneras o modelos o estructuras.

Observemos que etimológicamente virus significa veneno, entonces Coronavirus = Corona venenosa. La palabra, que viene a ser un símbolo para nuestro inconsciente, indica que está relacionado con el poder, es decir, un poder venenoso. Entonces, por ejemplo, si el poder para alguien es su padre o su jefe o su país, el conflicto lo vive con aquella figura. En síntesis, esa persona o ente le representa: el poder o la corona venenosa.

El conflicto específico y de acuerdo con los síntomas más acentuados


Escalofríos: representa miedo
Tos seca: irritación, rechazo, quiero sacarme algo que no puedo.
Fatiga muscular:   Desvalorización. Me obligo o me obligan a moverme o hacer algo que no quiero. O yo deseo que algo se mueva o alguien haga algo, pero no sucede.
Dolor de garganta y de cabeza: No puedo dejar pasar eso. O ese algo me lo paso y no quiero.
Fiebre: Miedo o ira reprimida.
Dificultad para respirar (disnea) o afección pulmonar:  algo peligroso pasa en mi territorio que me ahoga, necesito a alguien que me dé aire.

Para que consigas determinar el conflicto biológico establece una relación entre el conflicto general y el específico, pues cada persona reacciona de modo diferente a otra. Supongamos que el síntoma más acentuado de alguien es la fiebre y que su conflicto biológico general es con su padre, entonces la emoción reprimida es la ira o el miedo con su padre o hacia su padre.

La persona necesita expresar y liberarse de la emoción para luego encontrar unas nuevas formas de pensar y sentir frente a la figura paterna (corona-venenosa).

También, necesita identificar el conflicto colectivo del entorno respecto a: el poder. Pues esa es la relación que sufre con la pandemia. Por ejemplo, si el presidente o mandatario (país, región, zona) le representa, para seguir con el caso, a su padre; su conflicto es la resonancia con el ambiente externo de su figura paterna.

En conclusión:


El pánico es el peor de los estados emocionales que puedes ostentar para enfrentar el COVID-19. Para gestionarlo, empieza a contribuir con la prudencia y la responsabilidad en el medio social donde te desenvuelves. Infórmate un poco sobre qué es un virus y cómo se establece en la célula y el cuerpo, de modo que, aprendas a seleccionar la información de la desinformación.

Luego, en el aspecto personal, identifica los posibles conflictos emocionales para que colabores con las personas cercanas, si te lo permiten, o en tu propia curación. Pero no pierdas de vista que debes seguir un tratamiento médico adicionalmente.

Es un periodo donde debemos aprovechar para conocernos, sanar y crecer.





¡Te invito a compartir tus experiencias sobre el tema!







Escritora, Especialista y
Certificada en Bioneuroemoción© BNE
Twitter: luzentucamino26

8 comentarios:

  1. Gracias Luz por este escrito tan oportuno, leerlo me da mucha paz en medio de esta situación tan complicada, mil gracias

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    1. Gracias por leerme y compartir. Espero que tomemos responsabilidad para salir pronto de esta situación.

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  2. Gracias Luz por tu amor infinito... Leerte me llena de paz. Un abrazo fraterno.

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  3. Gracias por compartir esta reflexión en este momento tan crítico para la humanidad.

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    1. Un granito de arena. Espero que se multiplique para ayudar al sosiego y la toma de consciencia. Gracias por seguirme y compartir. Un abrazo

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  4. Muchas gracias y bendiciones porque esta indormacion tan oportuna me dio la tranquilidad para seguir confiando que saldremos de esta situación tan dolorosa. En el mundo deberia de haber mas gente como Ud. Que dan información veraz y responsable. Un abrazo lleno de fe y esperanza desde la distancia

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    1. Sí, querida Amparo, debemos de multiplicar en lugar de dividir, es momento de estar unidos, mancomunados y solidarios. Un abrazo.

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