Conoce los pasos para aprender a tomar consciencia

Cuando reconocemos la naturaleza de la información que existe en nuestro inconsciente, recién entonces podemos modificar aquello que nos afecta y tomar consciencia.

La toma de consciencia connota un estado en el que somos capaces de reconocer que la realidad que estamos viviendo no ocurre por azar, por casualidad, ni porque tenemos mala suerte o por culpa de los demás; sino que se debe a que hay algo más allá, más profundo, un para qué de aquello que experimentamos.

En el universo todo lo que sucede tiene un sentido, y los procederes o situaciones que vivimos provienen de dentro de nosotros, de nuestro inconsciente. 

Los procesos inconscientes pueden abarcar hasta un noventa y siete (97%) por ciento de nuestra mente; por tanto esta información subyacente es la que realmente gobierna la conducta. Hacerte consciente de esto puede cambiar por completo la dirección de tu vida.

De igual modo, lo que pasa a nuestro alrededor es la proyección de lo que existe dentro de nosotros. Enric Corberá dice: “No vemos el mundo como es sino como somos”, una frase que resume lo que quiero resaltar.

Los conflictos o vicisitudes que atraviesas con en tus relaciones son el resultado de los proyecciones inconscientes que aún no has logrado reconocer. Ese reconocimiento es esencial para solventar los inconvenientes que encuentras en cualquier tipo de vínculo.

Cuando reconocemos la naturaleza de la información que existe en nuestro inconsciente, recién entonces podemos modificar aquello que nos afecta. Por lo tanto, veamos entonces en qué consiste el proceso para tomar consciencia de cualquier cuestión:

a. Admitir la responsabilidad

Pasos para tomar consciencia

 Conlleva que logremos identificar y admitir que algo ocurre dentro de nosotros y es lo que está provocando el problema. Es el primer escalón para que podamos superarlo. Consabido es que por ejemplo en los pasos recomendados en Alcohólicos Anónimos (A.A), el primero de todos es admitir que se tiene un trastorno con el alcohol. De igual modo, en cualquier índole de metodología, terapia, método de autoayuda, etc., ese es el inicio de la sanación y de cualquier proceso resolutivo.

b. Liberar las emociones

Cuando aparece un padecimiento (físico, emocional, mental), necesitamos reconocer la emoción oculta en el inconsciente y luego liberarla. Dependiendo de la profundidad de esta emoción, es posible que requiramos de ayuda. Para esto existen terapias, métodos o metodologías como La Bioneuroemoción. Cualquier clase de cuestión lleva implícito un componente emocional, que es necesario liberar. La liberación se produce a través de palabras, expresiones o hechos que conduzcan a que desenterremos el dolor; sea una tristeza, una rabia, un miedo o algún asco.

c. Comprender

 Después de liberar la emoción, viene la etapa de la comprensión. Una etapa de aceptación e integración de la información que se ha soltado Es la fase donde podemos decir cosas como: “ah claro”, “de razón”, “por fin lo entiendo”. Un estado en el que encontramos que todo tiene sentido y una razón de ser, en que aceptamos que somos responsables pero no culpables.  Una etapa en la que sentimos una asimilación holística o global de la cuestión, donde detectamos para qué estábamos atados al problema e identificamos que somos “víctimas de víctimas”. En el capítulo 6, lo veremos en mayor detalle.

Un ejemplo de la vida real

Para que descifres de manera sucinta el proceso, veamos el caso de alguna de mis consultas (obviamente cambiaré los datos para mantener el anonimato):

Victoria es una mujer de 37 años con dos hijos varones menores de edad, su hijo menor tiene un problema de sobrepeso, al igual que ella, y ese es el motivo de la consulta. 

Vale el caso para decirte que los conflictos de los hijos menores son de los padres, y, por tanto, al que se trata es al padre o madre. Asimismo, cuando la persona busca ayuda es indicativo de que ha admitido que tiene un problema (primer paso). Ahora falta que reconozca la información inconsciente que lo está causando; ahí es donde empieza la consulta.

Siguiendo con el caso, en el proceso de la consulta determinamos que el primer punto de inflexión de la consultante, donde empezó a “comerse integra la comida” y el posterior sobrepeso, sucedió un día que fue a un restaurante con su padre cuando tenía 11 años. Era cerca del mediodía, ellos habían salido muy temprano en la mañana y durante toda la jornada, Victoria no había comido nada. Le trajeron un plato muy grande de comida y su padre dudó que ella se lo comiera, ¡pero sorpresa! Ella se lo “devoró” y casi lambisqueó el plato. El padre “la aplaudió”. Victoria se sintió aprobada (su carencia) por su progenitor, y entonces a partir de este momento siguió “devorándose lo que se le atravesara”. De niña había sido muy delgada, casi no comía. El padre continuamente la obligaba a comer, la maltrataba.

En la consulta, Victoria pudo detectar que su padre había pasado mucha hambre cuando era niño y entonces, cuando había algo de comer, él tenía que “devorarse” lo que fuera, puesto que no sabía si comería al día siguiente. Por tal motivo, había obligado a Victoria -cuando era pequeña- a comer y la había maltratado para conseguirlo.

Victoria liberó la emoción oculta (miedo al hambre venido de su padre y rabia de ella con la comida al ser el motivo de los golpes del padre) y sintió el dolor de su padre por aguantar hambre y no tener nada que comer (liberación). Ella asimiló que esa situación no era igual a la suya, pudo sentir una gran compasión hacia su padre (comprensión). Lo sorprendente de todo, es que su hijo menor empezó a bajar de peso y aprendió a comer de modo sano, sin que la mujer “hiciera” absolutamente nada.

Como ya sabes lo que conlleva tomar consciencia, puedes empezar a practicar en el siguiente capítulo, donde te mostraré las maneras inconscientes de relaciones tóxicas que se pueden establecer con los hijos.

Tomado del libro

Guía para educar hijos felices

Luz Quiceno R.

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Escritora, Especialista y
Certificada en Bioneuroemoción© BNE

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