Los seres humanos evidenciamos
necesidades de acuerdo al grado de evolución personal y colectivo. Esta es una
teoría que simplifica Maslow[1]en la
pirámide que lleva su nombre y la que tomamos como referencia para este
artículo. En la base de dicha pirámide se hallan necesidades como la
alimentación, respiración, sexo, cobijo, descanso etc. Conforme una persona satisface
necesidades, surgen otras de mayor desafío, de acuerdo al desarrollo individual
y del entorno en que se circunscribe. En el mundo actual existen seres y comunidades
que han aprendido a satisfacer las necesidades primarias, sin embargo, existen
otras que todavía cohabitan en la lucha por la supervivencia.
Lo anterior sirve como un
preámbulo para la reflexión que les quiero plantear en este escrito; el cual es
sobre el aburrimiento, y algunos dirán: ¿y qué tiene que ver lo de esta pirámide
de las necesidades con el aburrimiento? Pues la respuesta es: bastante, veamos.
Cuando las personas cubren las
necesidades mínimas, las siguientes en surgir serán de un orden intangible,
como la seguridad, la amistad, la asociación y así sucesivamente en ascenso
hasta alcanzar la cúspide de la pirámide. A medida que se encumbra en la
evolución, las mismas, corresponden al contexto de la Integridad y la Unidad (Autorrealización,
Iluminación, Eutonia, Espirituales, etc.). En el proceso de evolución, la
persona adquiere virtudes que le permiten complacer cada etapa. Los seres
humanos se pueden quedar atrapados o bloqueados en alguna fase e impedir que el
proceso sea fluido. En cuyo caso, el individuo se percibe vacío, sin ganas de
vivir, sin una razón de ser para existir. Esto sucede, por ejemplo, si alguien
se queda atrapado en un vicio, una relación obsesiva, un trauma, una enfermedad;
como consecuencia de heridas emocionales o sentimentales.
El proceso natural de la evolución
se puede observar en una escalera que represento en uno de mis libros y cuyo
gráfico les comparto para una mayor claridad.
En dicha escalera se detallan las virtudes que un ser humano desarrolla
para cumplir las necesidades que cada escala requiere. El ser humano que
aprende a satisfacer las necesidades básicas y luego no da el paso a
desarrollar las virtudes del siguiente peldaño, suele buscar placebos inconscientes
a modo de distracción, diversión, o entretenimiento, para que disipen el vacío
que produce la manifestación de las nuevas necesidades insatisfechas de la
siguiente escala. El individuo busca maneras de sentirse “satisfecho”, vivo y
con ánimo de vivir. Esto es un fenómeno que en la actualidad se vive en ciertos
conglomerados.
Las personas que se estancan
en el proceso, mantienen altas demandas de insatisfacción. Estos individuos son
grandes consumidores de diversión y hacen rentable los negocios relacionados
con el tema. Gran parte de los
mencionados consumidores se encuentran en comunidades que han logrado o están
en camino del llamado “estado de bienestar”. Lo cual significa que bastantes
individuos han complacido sus necesidades básicas. El consumo de diversión es
una industria en expansión sostenida por aquellos que no quieren “aburrirse” y
buscan con ansiedad formas de distraerse. El mundo de lo mediático y el
espectáculo parece tiranizar ciertas sociedades y con ello, la inversión de
valores. Hoy en día los deportistas, los cantantes, los programas de cotilleo,
los casinos, las telenovelas, el cine porno y violento, los video juegos, etc.
son el modelo a imitar, de ahí salen los lideres, los ídolos, los millonarios,
mientras los científicos, los estudiosos, los agricultores, médicos etc.,
escasamente sobreviven, si acaso.
En los tiempos actuales lo
mediático prevalece, el gobernante que da de que hablar, el personaje de
farándula que mayores escándalos genera, la polémica o cualquier personaje que
saque de la monotonía o aburrimiento a la comunidad, es el que más votos o fans
tiene, es el modelo, un ídolo. El
sosiego, la calma y hasta la paz resultara aburrido para alguien que
necesite disipar su insatisfacción personal. La ética de los mercados hace su
agosto en este tipo de personajes y negocios. La ley de oferta y demanda impera
en dichas comunidades. La audiencia y los medios le dan lo que la gente pide,
quiere y escucha. El gobernante promete cosas que la gente sabe que no va a
cumplir, sin embargo, lo eligen así tenga pendiente deudas con la justicia, tal
vez porque en el fondo necesita algo para “entretenerse”.
Los individuos atrapados en
su desarrollo evolutivo están ajenos al origen del temor al aburrimiento: una o
varias heridas emocionales sin cicatrizar.
La diversión es sana para el
cuerpo, la mente y hasta para el espíritu, no obstante, cuando no existen momentos
de reposo, reflexión, silencio y soledad, es difícil que la persona contacte
consigo misma y conozca cuales son los bloqueos que le impiden seguir su
proceso de evolución. Esta falta de contacto evita conocerse y saber dónde
están las emociones que lastiman, que detienen.
El aburrimiento es necesario
para conocernos. Cuando más aburridos estemos, es el momento ideal para hacernos
conscientes, de eso precisamente, que nos hace sentir aburridos. Como mínimo
darnos cuenta de que, si mi propia compañía me resulta aburrida, cómo pretendemos
que los demás disfruten de nuestra compañía.
[1]
La pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es una teoría psicológica
propuesta por Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la motivación humana
(en inglés, A Theory of Human Motivation) de 1943, que posteriormente amplió.
¡Te invito a compartir tus experiencias
sobre el tema!
Escritora
y Especialista en BNE
Universidad de Torreón
Enric Corbera Institute
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