lunes, 9 de abril de 2018

¿Es necesario el aburrimiento?


Los seres humanos evidenciamos necesidades de acuerdo al grado de evolución personal y colectivo. Esta es una teoría que simplifica Maslow[1]en la pirámide que lleva su nombre y la que tomamos como referencia para este artículo. En la base de dicha pirámide se hallan necesidades como la alimentación, respiración, sexo, cobijo, descanso etc. Conforme una persona satisface necesidades, surgen otras de mayor desafío, de acuerdo al desarrollo individual y del entorno en que se circunscribe. En el mundo actual existen seres y comunidades que han aprendido a satisfacer las necesidades primarias, sin embargo, existen otras que todavía cohabitan en la lucha por la supervivencia. 


Lo anterior sirve como un preámbulo para la reflexión que les quiero plantear en este escrito; el cual es sobre el aburrimiento, y algunos dirán: ¿y qué tiene que ver lo de esta pirámide de las necesidades con el aburrimiento? Pues la respuesta es: bastante, veamos.

Cuando las personas cubren las necesidades mínimas, las siguientes en surgir serán de un orden intangible, como la seguridad, la amistad, la asociación y así sucesivamente en ascenso hasta alcanzar la cúspide de la pirámide. A medida que se encumbra en la evolución, las mismas, corresponden al contexto de la Integridad y la Unidad (Autorrealización, Iluminación, Eutonia, Espirituales, etc.). En el proceso de evolución, la persona adquiere virtudes que le permiten complacer cada etapa. Los seres humanos se pueden quedar atrapados o bloqueados en alguna fase e impedir que el proceso sea fluido. En cuyo caso, el individuo se percibe vacío, sin ganas de vivir, sin una razón de ser para existir. Esto sucede, por ejemplo, si alguien se queda atrapado en un vicio, una relación obsesiva, un trauma, una enfermedad; como consecuencia de heridas emocionales o sentimentales.

El proceso natural de la evolución se puede observar en una escalera que represento en uno de mis libros y cuyo gráfico les comparto para una mayor claridad.  En dicha escalera se detallan las virtudes que un ser humano desarrolla para cumplir las necesidades que cada escala requiere. El ser humano que aprende a satisfacer las necesidades básicas y luego no da el paso a desarrollar las virtudes del siguiente peldaño, suele buscar placebos inconscientes a modo de distracción, diversión, o entretenimiento, para que disipen el vacío que produce la manifestación de las nuevas necesidades insatisfechas de la siguiente escala. El individuo busca maneras de sentirse “satisfecho”, vivo y con ánimo de vivir. Esto es un fenómeno que en la actualidad se vive en ciertos conglomerados.

Las personas que se estancan en el proceso, mantienen altas demandas de insatisfacción. Estos individuos son grandes consumidores de diversión y hacen rentable los negocios relacionados con el tema.  Gran parte de los mencionados consumidores se encuentran en comunidades que han logrado o están en camino del llamado “estado de bienestar”. Lo cual significa que bastantes individuos han complacido sus necesidades básicas. El consumo de diversión es una industria en expansión sostenida por aquellos que no quieren “aburrirse” y buscan con ansiedad formas de distraerse. El mundo de lo mediático y el espectáculo parece tiranizar ciertas sociedades y con ello, la inversión de valores. Hoy en día los deportistas, los cantantes, los programas de cotilleo, los casinos, las telenovelas, el cine porno y violento, los video juegos, etc. son el modelo a imitar, de ahí salen los lideres, los ídolos, los millonarios, mientras los científicos, los estudiosos, los agricultores, médicos etc., escasamente sobreviven, si acaso.  

En los tiempos actuales lo mediático prevalece, el gobernante que da de que hablar, el personaje de farándula que mayores escándalos genera, la polémica o cualquier personaje que saque de la monotonía o aburrimiento a la comunidad, es el que más votos o fans tiene, es el modelo, un ídolo.  El sosiego, la calma y hasta la paz resultara aburrido para alguien que necesite disipar su insatisfacción personal. La ética de los mercados hace su agosto en este tipo de personajes y negocios. La ley de oferta y demanda impera en dichas comunidades. La audiencia y los medios le dan lo que la gente pide, quiere y escucha. El gobernante promete cosas que la gente sabe que no va a cumplir, sin embargo, lo eligen así tenga pendiente deudas con la justicia, tal vez porque en el fondo necesita algo para “entretenerse”.




Los individuos atrapados en su desarrollo evolutivo están ajenos al origen del temor al aburrimiento: una o varias heridas emocionales sin cicatrizar.

La diversión es sana para el cuerpo, la mente y hasta para el espíritu, no obstante, cuando no existen momentos de reposo, reflexión, silencio y soledad, es difícil que la persona contacte consigo misma y conozca cuales son los bloqueos que le impiden seguir su proceso de evolución. Esta falta de contacto evita conocerse y saber dónde están las emociones que lastiman, que detienen.

El aburrimiento es necesario para conocernos. Cuando más aburridos estemos, es el momento ideal para hacernos conscientes, de eso precisamente, que nos hace sentir aburridos. Como mínimo darnos cuenta de que, si mi propia compañía me resulta aburrida, cómo pretendemos que los demás disfruten de nuestra compañía.

Quizás este llamado a la reflexión provenga de una hipótesis y como algunos dirán “eso no está probado científicamente”. No está probado, ya les digo a los que lo vayan a decir. No está probado como el amor, la alegría, que Dios existe, los extraterrestres, etc., lo que si les puedo decir estimados lectores es: si sientes algo, así sea rabia, con lo que expongo en este artículo, es un indicio o un síntoma de que te has movido, posiblemente en dirección a tu evolución y es momento de emprender camino y no quedarse atrapado en el placebo de la entretención constante. Reanuda tu viaje hacia el grandioso mundo que hay por descubrir dentro de ti. O por lo menos, cuando te sientas aburrido, que sepas que es tiempo para conocerte.



[1] La pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la motivación humana (en inglés, A Theory of Human Motivation) de 1943, que posteriormente amplió.



¡Te invito a compartir tus experiencias sobre el tema!








Escritora y Especialista en BNE
Universidad de Torreón
Enric Corbera Institute

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Twitter: luzentucamino26


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