miércoles, 8 de mayo de 2019

¿Sufres de sobrepeso mental?


Hace unos pocos días, cierta persona me consultó, a qué se debía que se fijara con frecuencia e insistencia en sujetos obesos. Aquellos individuos le llamaban la atención y sentía repugnancia al observarlos. Por lo regular, este tipo de sensaciones, desde el punto de vista emocional, tienen relación con hechos que atañen al individuo afectado, lo cual no era aplicable en este caso; puesto que la persona nunca había sufrido sobrepeso, ni nadie de su familia, ni tampoco recordaba acciones traumáticas o estresantes con sujetos obesos.



El anterior caso es precisamente el que me dio pie para reflexionar acerca de tema. El consultante no sufría de sobrepeso físico, pero si de sobrepeso mental. Se trata de un individuo, como muchos otros, que produce de modo excesivo pensamientos. Algunos dirán: pero si todos los seres humanos vivimos pensando. Y efectivamente así es. La diferencia estriba en que dichas personas generan demasiada elocuencia mental que no lleva a ninguna parte. En otras palabras, pensamientos basura. Una serie de ideas, imaginaciones, juicios, disertaciones, etc., que no representan beneficios, ni aportes, ni conocimiento, ni información. Además, no son inconscientes, por el contrario, son muy conscientes.

En la mente consciente se llevan a cabo los procesos intelectuales superiores, el desarrollo social, el proceso racional de entendimiento y análisis, la planificación y la habilidad de idear experiencias futuras y la creatividad mediante la imaginación. Gracias a la mente los grandes avances de la humanidad son posibles. Los pensamientos son la unidad básica de la mente consciente y permiten la consecución de sus propósitos. Del uso que le demos va a depender en cierta medida, el resultado de vida que ostentemos.

El resultado de vida de las personas se mide por la calidad de los pensamientos (conscientes e inconscientes) que cruzan por su cabeza. Y aunque el 95% de los procesos mentales son inconscientes, si el 5% que equivale a los procesos conscientes (los pensamientos que somos capaces de identificar), no es utilizado en procura de conocer los inconscientes, de ser creativos, de aprender y cambiar, quedaremos a expensas de la total inconsciencia, automatizados y dormidos, muertos en vida.

No son pensamientos basura los que provienen de la mente inconsciente, por ejemplo: los trágicos, negativos o catastróficos. Estos perjudican a la persona y la inducen a despertar los miedos e inseguridades, se producen sin que el sujeto los identifique. Como dichos pensamientos existen un sinnúmero, que si son reconocidos pueden ser cambiados; llevando al autoconocimiento, a una verdadera transformación o sanación. Por lo tanto, no son considerados como pensamientos basura; puesto que estos últimos, son inútiles, innecesarios, carentes de aporte y ocasionan un gran desgaste energético y la ralentización de los procesos mentales conscientes.


Tipos de pensamiento basura

 Ø  Críticos. Hace poco leí una frase que decía: “La persona que menos critica es aquella que posee mayores virtudes”. Esta frase expresa que cuando se tacha, se condena, se murmura o reprocha a otra persona, situación o entidad, lo que se está evitando es contactar con su propia desvalorización, sus conflictos o autoestima. Los individuos que aprenden de los demás, de cualquier evento o contexto, asumiendo su responsabilidad en la proyección de los hechos, potencian sus virtudes.

 Ø  La lástima. Escribí en anteriores artículos la diferencia entre la compasión y la lástima. Esta última, está relacionada con el victimismo, lo cual representa que es inservible para lograr algún cambio personal, familiar o social. Es un pensamiento basura o que engorda la mente, ya que en realidad se corresponde con un ego elevado, no sirve, no ayuda a la víctima, más bien es una auto-proyección de la propia lástima o culpa. Por ejemplo, si vemos a un pordiosero y sentimos lastima por el sujeto y nos atormentamos con pensamientos derrotistas, de frustración o impotencia, lo único que estaremos consiguiendo es reforzar la situación de la víctima y/o nuestro conflicto.

 Ø  Los supuestos. Me sorprendí bastante tiempo atrás, pensando en cambiar la decoración de los lugares que visitaba. Me imaginaba dónde quedaría mejor el cuadro, la mesa o el objeto y suponía como se vería. Esto es un ejemplo de pensamientos desgastantes, ya que no podía modificar nada. Otro tipo de supuesto se da cuando se conjetura o se pretende adivinar lo que los otros piensan o dicen de uno mismo o de otros, esto si que es un pensamiento basura. No sabemos muchas veces lo que pensamos nosotros ¿cómo pretendemos saber lo que piensan los demás?

 Ø  Los hubiera o debería: son pensamientos que conducen a poco o nada, puesto que normalmente van dirigidos por la culpa y si esta se presenta, perdemos el juicio y la vista de la realidad. La culpa es victimismo y evasión, nos nubla la coherencia y, por lo tanto, la mayoría de “hubiera” son innecesarios. Excepto si es una introspección para mejorar y cambiar. Los debería, asimismo, albergan impotencia, reproche y desaprobación.
    
Cuando ocupamos gran parte de nuestra mente consciente en este tipo de pensamientos, no permitimos que otros de creatividad, comprensión o beneficiosos, surjan. Los pensamientos improductivos saturan la mente e inhiben la aparición de los productivos. La mente se vuelve pesada, se desgasta, se bloquea y se deja de ejercitar en procesos potenciadores y que desarrollen las virtudes creativas, de bondad, de superación y transformación.

  Un fenómeno latente en los tiempos recientes es la denominada “telebasura”, una industria que crece en virtud de que existen personas con sobrepeso mental. Aquellas que están interesadas, y en algunos casos, obsesos por el escándalo, el enfrentamiento personal, el insulto, la denigración y la invasión de la intimidad de los demás. Lo que se produce en esta clase de programas, es similar a lo que ocurre en dichas mentes obesas.

El perfil emocional de las mentes conscientes con sobrepeso es el de sujetos que requieren llenarse de información basura para apartarse o evadirse de si mismos, de lo que son y no quieren ser, del miedo que esto les genera o de sanar con sus emociones y conflictos. Son individuos que buscan apartarse de la realidad de sus vidas, distraer sus vacíos emocionales y encuentran en este tipo de desmedidos pensamientos una forma de solapar su desazón interior. Son personas que no aprenden a generar pensamientos creativos, a auto-evaluarse y navegar en si mismos para solucionar sus aburridas vidas, la falta de una razón para existir y/o de amor propio.

Las personas con sobrepeso mental requieren modificar el sistema que los está conduciendo a generar pensamientos basura. Lo cual significa dejar de ser pensado, es decir, no permitir que los pensamientos basura dominen y controlen su mente. Una medida prioritaria es aprender a descansar la mente. Para esto existen ejercicios de arte, meditación o la misma práctica deportiva. Realizar actividades que contribuyan a dejar espacio para la relajación mental. Lo siguiente es renovar o reemplazar los pensamientos basura, para ello es necesario auxiliarse de la lectura, ver películas de conciencia, asistir a talleres o seminarios de auto-ayuda o estudiar sobre temas de su interés y que le contribuyan a superarse. Lo siguiente es mejorar el entorno. Un consejo reiterado para cualquier clase de cambio en la vida, pero que en escasas oportunidades se puede aplicar, puesto que solo se consigue, si se aprende a reconocer qué está reflejando el ambiente en que se desenvuelve. Por ejemplo, si se suele reunir con personas criticonas, para aprender de la situación, es necesario intentar contestar unas preguntas que suelo llamar de consciencia, como las siguientes: ¿para qué estoy escuchando esta persona? ¿para qué escucho esta crítica? ¿para qué critico? ¿para qué estoy con esta persona si no me agrada? ¿para que estoy aquí?

Este tipo de preguntas ayudaran grandemente a que centrase en sí mismo, en lugar del otro. Asimismo, se aprende a conocerse, se aprovecha la oportunidad para trascender y descargarse de pensamientos improductivos y saturantes. Las respuestas además serán un inmenso aporte a la creatividad y el desarrollo personal, coadyuvando al fluir de la vida y el bienestar.



  
¡Te invito a compartir tus experiencias sobre el tema!








Escritora y Especialista en BNE
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