jueves, 16 de enero de 2014

El DOLOR ES SANADOR


Cuando tenemos algún dolor corporal, buscamos remediarlo mediante primeros auxilios o recurriendo al médico u hospital, si es el caso; sin embargo, cuando tenemos un dolor emocional frecuentemente pretendemos esconderlo, taparlo o disfrazarlo y en ocasiones lo enterramos profundamente; generando un cáncer no solo emocional sino físico, pues la insana emoción crece de adentro hacia afuera hasta llegar a exteriorizarse, en ocasiones se detecta cuando es demasiado  tarde.

Un dolor emocional no reconocido se duplica y algunas veces se multiplica, causando graves y diversas consecuencias, dentro de las mismas podemos encontrar: la ira, las adicciones y el caos (una vida llena de enfermedad física y catástrofes) entre otras; son la manera de esconder las susodichas heridas.

Sanar un dolor emocional requiere de ciertas dosis de: reconocimiento, aceptación y perdón; ingredientes que conducen a adquirir un estado de consciencia tal, que permita mantener una actitud de observación, sobre sí mismo y sus circunstancias.

Para aliviar un dolor emocional se puede proceder de forma análoga a una herida física. Primero, se acude a los primeros auxilios, lo cual será suficiente si la herida no es profunda, de lo contrario es necesario acudir al médico (o sea al psicólogo o psiquiatra). Dentro de los primeros auxilios, aplicamos por lo general algún antiséptico y limpiamos la herida. En el campo emocional el antiséptico es el reconocimiento, en otras palabras  la asimilación de cada emoción, identificándola con un nombre (sentimiento), como por ejemplo: humillación, rechazo, impotencia, etc. Cuando la herida física empieza a sanar, picará alrededor de la misma, no obstante, si se roza con algo, todavía dolerá;  de forma similar acontece con la herida emocional, mientras la estamos sanando, dolerá cuando algo o alguien nos recuerde con alguna palabra, gesto u hecho, que ahí continua, pero la actitud de observación permitirá la aceptación del suceso y continuar el proceso.  La herida física estará sana cuando cicatrice; en el aspecto emocional para que cicatrice, es necesario perdonar a aquellas personas responsables o culpables de la misma (incluidos nosotros mismos). La cicatriz quedará para que recordemos no tropezar de nuevo con la misma piedra. 

Ver contenidos similares en http://www.luz-entucaminointerior.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recent Posts

Artículos destacados