viernes, 5 de julio de 2019

En la diversidad está la armonía y el equilibrio

Cada uno de nosotros somos un universo formado por otros universos y pertenecemos a la vez a otro universo; parece difícil de comprender, pero tan solo necesitamos observar la mínima partícula descubierta hasta el momento: “el sub-átomo”; bastaría un mínimo de contemplación para darnos cuenta de que la expresión más pequeña encontrada es de por si un universo y quién sabe que más se halle dentro de la misma, pronto lo conoceremos, seguramente. De igual forma sucede si observamos hacia arriba, cada vez se descubren más planetas y galaxias.


La anterior verdad es la que me ayuda a sentir humildad en aquellos momentos en donde se evidencia en mí la prepotencia, y me dejo llevar por los absolutismos y las descalificaciones acerca de los pensamientos, creencias, actuaciones u opiniones de los demás. Luego, repasando lo que significa esta realidad y lo que cada uno de nosotros representa para el universo, reacciono, reconociendo que el ser humano constituye una ínfima partícula, sin embargo, asimismo, es vital para mantener el equilibrio del universo; ya que, dentro de sí, yace un mundo completo que le otorga unas características únicas que son las que le definen una función propia para que contribuya con la armonía del mundo. Reconocer esto, me produce - ¿cómo no? - dicha sensación de humildad y respeto que me permiten escuchar, entender y comprender la diversidad que existe entre cada ser presente en esta vida.

Al contrario de lo que nuestro ego quiere –siempre tener la razón y defenderse-, se necesita la conjunción de los diferentes mundos y el antagonismo entre los mismos para generar el equilibrio y la armonía, así lo manifiesta Heráclito en su principio de los opuestos, llamado Enantiodromía[1] -que luego ha sido aplicada para grandes estudios y tratados- donde él dice: “la naturaleza tiende a lo opuesto, y de ello y no de lo idéntico es de donde obtiene el acorde”.

De acuerdo a lo anterior, es acertado decir que es en la diversidad donde cualquier sistema como la vida misma puede fluir de forma natural y encontrar el equilibrio. Lo cual es precisamente lo que proporciona la armonía y la paz en cada estamento contenido en el universo. Si aplicáramos esta verdad en nuestra vida, evitaríamos muchos conflictos e incluso guerras. Entonces ¿porque pretender que exista la igualdad y que todos piensen y actúen como nosotros?




[1] Enantiodromia: filosofía de Heráclito « También la naturaleza tiende a lo opuesto, y de ello y no de lo idéntico es de donde obtiene el acorde. El juego de los opuestos en el devenir, esto es, la noción de que todo lo que es pasa a su contrario


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Escritora, Especialista y
Certificada en Bioneuroemoción© BNE
Twitter: luzentucamino26

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