Tomar consciencia de las causas emocionales puede ser tu sanación. Descubre las claves para lograrlo, si sufres de fibromialgia. Todo depende de tu disposición consciente e inconsciente para que generes la curación.
¿Qué es la fibromialgia?
Las personas que padecen de fibromialgia,
además sufren porque sienten que nadie les cree, en vista de que no se detecta a
nivel exterior algún tipo de lesión, daño o impedimento muscular u oseo. Los
afectados aguantan el dolor y se esfuerzan por continuar con sus actividades, porque:
hay que trabajar, cuidar a los niños, limpiar…etc. Afortunadamente, la
fibromialgia no representa un riesgo para la vida del individuo y no ocasiona
daño muscular, ni articular. Aunque diezma enormemente la calidad de vida.
Desde el punto
de vista médico, no se conoce la causa de esta alteración, pero se piensa que
hay muchos factores implicados. En el aspecto emocional, las personas que
padecen este síndrome sufren un conflicto general de desvalorización.
Ahora, date cuenta de las causas emociones y relaciona una o varias de ellas para que identifiques el origen de tus dolencias.
¿Cuáles son las causas
emocionales?
Los individuos
que padecen de fibromialgia, en determinado momento de su existencia, toman un
camino que no les satisface. Asimismo, pueden haber sufrido un conflicto de
separación profunda o de contacto impuesto, es decir, se obligan a atender a alguien
o de asumir una situación no deseada.
La fatiga
indica un conflicto de existencia, refugiado o de sentirse solo. Esto significa
que el afectado siente que su vida corre peligro, se percibe abandonado o es abandonado, también puede ser un refugiado o emigrante; en cuyo caso, siente que
ha perdido su historia, su territorio, su referente familiar o social.
Son personas
excesivamente responsables con las obligaciones familiares, demasiado
serviciales y no viven su vida. Lo anterior se evidencia en un síntoma, la
rigidez matutina.
¿Te has identificado con alguna de estas causas? No te preocupes si aún no lo sabes, con el perfil emocional que vamos a ver a continuación podrás identificarlo. Y si ya sabes la causa, te va a ayudar a afianzar la toma de consciencia, lo cual es parte de la curación.
Perfil emocional: "Estoy obligada a ..."
Como lo dice su nombre, la
fibromialgia es el padecimiento de las fibras, los agarres familiares, al clan o el transgeneracional. Es decir, se trata de un ser
que está en un lugar, pero está ligado de alguna forma, con su familia todavía,
es como si hubiera una cuerda que la tensara y lo atara a un referente
familiar, que puede ser: el padre, la madre, un hermano, etc., y cada vez que
la persona tira para soltarse, duele. Similar a la tortura de
descuartizamiento, donde ataban las extremidades de la persona y unos caballos
tiraban de cada lado hasta arrancarle las extremidades al castigado. Pues bien,
así de cruel puede resultar el dolor fibroso de una persona que ostenta
fibromialgia.
Son personas que están siempre
bloqueadas en las historias familiares con un “tengo que someterme a la
situación”, "tengo que hacer y hacer". Sus frases típicas dirán: «si yo no lo hago, nadie lo hace, soy la
única que sé hacerlo, soy la que tengo la responsabilidad, tengo que…, si no soy
yo la que tiro de los hilos…, soy totalmente impotente, tengo que padecer esta
situación».
En las expresiones anteriores se
puede observar la doble obligación, es decir, la persona siente que va hacia la
persona que quiere, pero al mismo tiempo, este es su verdugo. Se dicen: «pero
no puedo hacer otra cosa porque es la persona que quiero…, así que estoy
obligada a ir hacia ella».
Tal es el caso de una mujer que
ostenta una relación parental con su hija, en otras palabras, su hija cumple el
papel de madre con ella. La mujer desea tener otro hijo, pero su hija se enoja
y se lo “prohíbe”. La mujer ama a su hija, aunque también quiere ser madre
nuevamente. Se siente obligada a hacer la voluntad de su hija, pero su instinto
materno asimismo la obliga a embarazarse. Ella sufre una doble obligación. Otro
ejemplo, una niña se refugiaba en su abuelo ante el desamor de sus padres, cada
vez que estaba con el abuelo se sentía amada, reconocida, el hombre jugaba con
ella y se divertían mucho, pero, de repente, él se convertía en un loco, la
tiraba al suelo y violaba. Esto duró muchos años. La niña quería al abuelo, sin
embargo, no podía estar cerca de él porque se convertía en su verdugo. Igualmente,
tenemos el caso de muchas mujeres en la actualidad, las que laboran y quieren
independencia económica de sus esposos. Ellas desean desarrollarse
profesionalmente y/o conseguir su propio dinero, no obstante, para lograrlo,
dejan sus hijos en una guardería, con una empleada doméstica o con algún
familiar. Algunas de estas féminas sienten que abandonan a su hijo, pero si se
quedan en casa cuidándolo, abandonan sus aspiraciones profesionales. Las
susodichas mujeres sienten una doble obligación. Su hijo o su trabajo se
convierte en su verdugo.
En los ejemplos
anteriores observamos que existen dos informaciones contradictorias que generan
frustración e impotencia y la tensión la sufren las fibras. Hay una parte que
está satisfecha y la otra no. El afectado por fibromialgia desea satisfacer las
dos situaciones al mismo tiempo y en gran parte de los casos, no es posible.
Esto genera un alto nivel de estrés y sufrimiento constante. El inconsciente soluciona este conflicto respondiendo
con fatiga o cansancio, el significado biológico es: “no te muevas en ninguna
dirección”, pues la persona siente que si va en una dirección pierde algo y si
va en la otra, también.
¿Cuál es tu doble conflicto? ¿Quién es tu verdugo? ¿A qué te obligas? ¿En qué dirección no quieres ir?
Toma de
consciencia y empieza tu sanación
El afectado por
fibromialgia requiere tomar consciencia de que su problemática emocional se
resuelve tomando cada situación, una a la vez, no las dos al mismo tiempo. Lo
primero es aprender a vivir el momento presente, cada instante, aprender a
disfrutar lo que está viviendo. En los supuestos de que la situación problemática
se encuentre en las prioridades, pues establecer dicho orden, por ejemplo, si una
mujer tiene un bebé y se siente que lo abandona cuando va a trabajar, la
prioridad es el hijo, por naturaleza. En cuyo caso la madre puede hacer
arreglos para retirarse temporalmente del trabajo, trabajar en casa, aprovechar
para actualizarse, realizar algún estudio online, etc., todo dependerá del tipo
de persona y la situación personal. Cuando se da el evento de apegos familiares
que detienen o bloquean al individuo, es necesario empezar a disminuir las
ataduras familiares, adquiriendo consciencia personal, buscando un método o
terapia que le ayude.
En cualquier
caso, el afectado por fibromialgia requiere mantenerse en el instante presente,
aprender a disfrutar y sanar las culpas. Asimismo, entender que la problemática
emocional que vive, requiere de liberar las emociones que lo bloquean, aceptar sus
limitaciones y en ciertos casos, rendirse a las situaciones. Rendirse no
significa resignarse, sino soltarse, relajarse, no tomar la vida tan en serio,
no tiene que cumplir al 200% con todo lo que hace y permitirse un margen de
equivocación, es humana. Su valoración no depende de lo bien que hace las cosas,
sino de lo valiosa que se sienta.
Algunas claves para la sanación emocional
- La primera clave de tu sanación está en hacer lo que haces en plena conciencia, pero ten en cuenta de no pretender hacerlo al mismo tiempo.
- Práctica técnicas de respiración, relajación o meditación para que bajes los niveles de estrés y puedas mantenerte calmada y darte tiempo. No tienes que hacerlo perfecto.
- Requieres darte actos de placer y disfrute. Descubre actividades para disfrutar y aprende a darte premios por tus logros.
- Empieza a disminuir las ataduras familiares, las fibras familiares y conoce sobre la herencia emocional familiar, vigila los excesos en las obligaciones familiares. Es posible que necesites ayuda profesional.
- Detecta los pensamientos que te obligan a hacer o ir en una dirección que no deseas. Para conseguirlo, necesitas mantenerte muy atenta con cada una de las actividades cotidianas que realizas.
- Adquiere responsabilidad de aquello que te ata a esta enfermedad. Para esto, pregúntate: ¿Para qué no me quiero sanar? Existe un beneficio inconsciente que no te permite sanar. Encontrar esta respuesta es la principal clave que te doy.
La sanación emocional va a depender de ti, de tu nivel de consciencia, de tu disposición para soltar el dolor emocional que guardas, de tu valor para tomar las decisiones que postergas hace tiempo y del compromiso con tu curación. Aunque ahora mismo te puedes estar diciéndote: "yo estoy muy comprometida". Y es posible que sí, pero mientras no logres identificar "para qué" o el beneficio inconsciente que te ata para seguir sufriendo esta enfermedad, vas a seguir con el modo en que tu inconsciente resuelve: sufrir una fibromialgia.
Por último, agradece la enfermedad, pues a través de ella puedes saber y sanar lo que existe reprimido en tu mente inconsciente, liberarte, superarte y encontrar bienestar y mayor paz interior.
Este
artículo está apoyado en escritos del Dr. Salomón Sellan.
Doctor en Medicina
(1983) y diplomado en Medicina Psicosomática y Terapia de Relajación (1995).
¡Te invito a compartir tus
experiencias sobre el tema!
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