viernes, 15 de junio de 2018

¿Sufres de algún malestar o enfermedad en las uñas?

La uña es una lámina convexa formada por capas de una proteína endurecida denominada queratina. Cuyo proceso recibe el nombre de queratinización, lo cual significa el endurecimiento de la epidermis.

Las uñas corresponden en el desarrollo filogenético a las garras; siendo su principal función la de proteger. La mayoría de vertebrados las poseen, un animal sin uñas difícilmente sobreviviría. Son armas de defensa, ataque, permiten sujetar la presa, sujetarse o sostenerse, avanzar e impulsarse. En los seres humanos desempeñan similar función con diferente contexto. Las uñas protegen nuestros dedos y a su vez, manos y pies de un contacto peligroso, permiten sujetar cierto tipo de objetos, bastantes tipos de labores serian de difícil ejecución sin las uñas, por ejemplo, cocinar, lavar, rascarse, calzarse, etc.

Las enfermedades o conflictos en las uñas representan en su generalidad desprotección, éstas encarnan por su origen evolutivo defensa y ataque. La localización del síntoma define la esencia del problema emocional que la persona presenta. Las uñas de los pies expresan la relación con la madre, el avance y la “madre tierra” y las de las manos, la relación con el padre, la actividad y el trabajo. La precisión sobre el tipo de conflicto lo determina el dedo al que pertenece la uña.  

A continuación, esbozaremos una lista de las desordenes y su posible conflicto, no sin antes recalcar que cada caso requiere un análisis y aplicación particular:

  • La Onicofagia (comerse las uñas): la persona vive de forma inconsciente un desarme, no quiere atacar, se prohíbe el ataque, se margina de la pelea. Es una dificultad que se inicia con frecuencia en la infancia y adolescencia. Se trata presumiblemente de un hijo que no quiere defenderse de su padre o madre o la representación de autoridad. 
  • Uñas quebradizas: cuando las uñas se rompen manifiestan un conflicto de desvalorización e impotencia con respecto a su propia agresividad, es decir, se viven problemas para defenderse, sea debido a que, no quiero defenderme, no puedo defenderme, no me defienden o no puedo defender a alguien.
  • Hongos:  su presencia guarda vínculos con la muerte; ya sea de forma real o simbólica, por ejemplo: “la muerte” de un trabajo o una oportunidad que termina, una última ilusión o esperanza que se desvanece.
  • Uñas encarnadas: significa una rabia, rencor, ira o agresión hacia uno mismo o dirigida según su ubicación, por ejemplo, en el primer dedo del pie (dedo gordo) manifiesta ira, rabia o rencor con respecto a la madre real o simbólica.
  • Uñas pico de loro:  se caracteriza porque a medida que crecen se van encorvando hacia dentro. Dicha clase de uña se puede llegar a encarnar con cierta facilidad; por tanto, estaríamos hablando de idéntico contexto que el anterior, con la salvedad que es más profundo. Es decir, rencor, rabia, ira, resentimiento. Asimismo, puede significar un fuerte apego o a dejar soltar.

En todos los casos mencionados se requiere tener en cuenta la ubicación, o sea, el dedo y si está en la mano o en el pie.

Las uñas desde el punto de vista médico expresan enfermedades internas del cuerpo. El color, la forma y su aspecto denotan fenómenos como la desnutrición, procesos febriles, el uso de fármacos, psoriasis etc.

Esta parte del cuerpo a pesar de su tamaño es una ventana a nuestro estado corporal, psíquico y emocional. Un síntoma o enfermedad en la uña nos muestra que requerimos hacernos conscientes de un conflicto con respecto a nuestra defensa, que nos sentimos desprotegidos, desvalorizados o que no deseamos defendernos o nos sentimos imposibilitados para conseguirlo.

Recordemos que el sentirse atacado desde el punto de vista emocional no significa que en realidad lo estemos. Una persona puede sentirse atacada cuando su jefe le da una orden o un padre cuando su hijo le pide dinero, etc. Una acción cualquiera llega a significar un ataque en el momento en que la persona conecte con un suceso que previamente lo representó. Continuando con los ejemplos anteriores, en el primer evento, es posible que el padre del individuo le agrediera cada vez que le daba una orden y en el segundo caso, que la persona tuviera que trabajar de niño para el sustento de su familia. 

La sanación de un síntoma o enfermedad en las uñas al igual que cualquier otro síntoma, requiere detectar la emoción oculta que origina el desorden y mantener un estado de atención consciente que permita la sanación física, emocional y psíquica. En casos de un avanzado estado de gravedad, la atención medica resulta imprescindible. 


¡Te invito a compartir tus experiencias sobre el tema!

Luz Quiceno
Escritora y Diplomada en Bioneuroemoción®

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Twitter: luzentucamino26

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